El Problema de Encasillar Actores y Actrices en los Mismos Papeles
El Problema de
Encasillar Actores y Actrices en los Mismos Papeles
Es habitual encontrarnos actores o actrices que realizan siempre los mismos
roles en las películas; puede gustar a unos o disgustar a otros. Sin embargo,
en la medida que estas estrellas de la pantalla repiten una y otra vez los
mismos papeles se termina convirtiendo en un arma de doble filo para las
películas. Veamos por qué.
Es normal que actores y actrices se desempeñen mejor en algunos papeles que
otros, sean villanos, héroes o lo que sea, como todos, nos desempeñamos de
distintas formas, así que no es problema que un arquetipo de personaje sea
interpretado por estrellas que se desenvuelven muy bien en dicho papel. No
obstante, hay películas en cuya historia se arruina la experiencia al conocer
de antemano el tipo de roles que desempeña un actor o actriz.
Miremos por ejemplo Sully, donde Tom Hanks interpreta a un piloto que fue
cuestionado por realizar un acuatizaje de emergencia. El film nos pone en duda
la realización de la maniobra, pero nadie en su sano juicio va juzgar a Tom
Hanks, que es el sujeto bueno que puede morir por una causa. Ignorando el
conocimiento de los hechos, es poco probable que cuestiones su honra. Así que es
poco probable que te dejas llevar por la otra hipótesis. Claro… descontando que
nadie aterriza un avión de emergencia por deporte, ni más faltaba. Pero veamos
otro ejemplo. En Ojos Grandes, se narra la problemática de la pintora Margaret
Keane por la autoría de sus pinturas, se podría plantear el dilema de que el
esposo es mejor vendedor y por ello es que presenta los cuadros como suyos,
pero sabiendo que Cristoph Waltz siempre hace de villano, pues no es de
extrañar que el esposo realmente sea un fraude.
Imaginemos por un momento, que la película de Martin Scorsese, The
Departed, el papel de Matt Damon fuese también interpretado por Christoph Waltz.
Creo que todos desde el primer minuto de aparición ya sabríamos quién es el
infiltrado, ¿cierto? Ya que el actor germano es especialista en interpretar a
villanos.
Totalmente distinto cuando un actor como Leonardo DiCaprio siempre realiza
papeles diferentes papeles a gusto. Por ejemplo, en La Isla Siniestra, siempre
nos queda la duda si todo es real o imaginación del protagonista, ya que no está
encasillado en un roll de personaje mentalmente cuestionable, como lo podría
ser Jhonny Depp o Jim Carrey. Algunas
ventajas que te ofrece tener tu propia productora, claro está, salvo que seas
Adam Sandler, que tengas un gran talento, pero decidas limitarte a ser
películas complacientes y llenarte de dinero haciendo los mismos papeles. No lo
culpo por llenarse de dinero haciendo a lo que su público le gusta, pero oye,
danos más de vez en cuando títulos como Uncut Gems, por ejemplo.
También está la otra cara de la moneda. Que una estrella halla interpretado
tantas veces al mismo personaje, que no lo pueda ver de otra manera distintas
películas. Un caso muy evidente es Daniel Radcliffe, un actor con un gran rango
actoral, pero que la gente no lo baja de Harry Potter, a pesar que interprete
tantos roles distintos y de buena manera.
Además, la industria del cine tiene parte de la responsabilidad al ofrecer
el casting a las mismas personas. También es cierto, que esas mansiones no se
pagan solas o pregúntenle a Nicolas Cage, que se quebró y terminó haciendo
muchas películas cutres repitiendo los mismos papeles por varios años. Tampoco
se le puede culpar a un actor que no tenga el rango actoral para hacer otro
tipo de obras, pero tampoco abusen y no es una excusa.
Por ejemplo, Jackie Chan es un actor encasillado en un buen ciudadano que a
través de las artes marciales obtiene algo de justicia. Pero míralo en El
Extranjero, donde es un anciano duro que quiere hacer un ajuste de cuentas. O
qué tal Arnold Schwarzenegger en Maggie, donde interpreta a un padre afligido,
en vez de su encasillado roll de hombre rudo poco expresivo pero simpático.
No es conveniente para la trama de las películas principalmente de suspenso
tener actores encasillados. Si sale una película de un paciente con cáncer,
solicitando atención médica y el actor es Sean Bean, no la quiero ver, porque
ya se que se va morir pidiendo el tratamiento. Si sale una película de Misión
Imposible y me cambian al todo bien de Henry Cavill por un oscuro Tom Hardy, me
costará sorprenderme que sea el topo.
Es más disfrutable una película si no tienes prejuicios sobre el papel de
una estrella. Si ves a Meryl Streep en un papel cuestionable no puedes esperar
algo más allá de una buena actuación, porque la actriz ha desempeñado tantos
roles distintos, que puede ser la bruja, la princesa o la reina del mismo
cuento. El cine es más disfrutable cuando no pruebas la misma receta tan
seguido.
Miremos el caso de Liam Neeson. Antes del éxito de Búsqueda Implacable era
un actor con una filmografía muy variopinta. Pero luego del éxito con esa cinta
de acción, sus actuaciones se convirtieron en el cliché del viejo retirado, que
le sucede algo malo y realiza un ajuste de cuentas, cual sea el nombre que
tenga, sus últimas películas de acción se resumen a lo mismo.
Hay ejemplos peores como Al Pacino, que lleva décadas haciendo de gánster,
lo hace de maravilla, no hay duda de ello, pero no bajarse del mismo roll
durante tantos años, siendo un actor tan talentoso es lamentable para el
séptimo arte.
Es mucho más disfrutable una cinta cuando se nos plantea un dilema moral
cuyos interpretes tienen una filmografía tan variada que solo apreciando el
film llegaremos a la conclusión. Como el caso de El Lector con Kate Winslet. No
sería lo mismo con Anne Hathaway, que nos incitaría a prejuzgar la inocencia
del personaje.
Por supuesto, yo si fuera director tendría claro que tipo de actores y
actrices me gustaría tener en el metraje desempeñando un roll en específico,
porque aseguraría ese casting sin problema. Yo no tendría problema en llamar un
actor como La Roca si necesitará un hombre musculoso buena gente que me llene
la sala de cine. Pero como todo en la vida, hay que tener un equilibro, no
abusar. Hay estrellas que su vida se convierte en un personaje y limita la
expresión de su ser, de su talento y trabajo.
No es por nada, que más de un actor termina creando su propio estudio o
termina renunciando a millonarios contrarios por privarse de otras ofertas
laborales más enriquecedoras como artista. También es cierto que muchas
estrellas toman su propia decisión como una marca personal o les resulta más
conveniente enriquecerse realizando la misma tarea que poco le dificulta. Eso
yo no lo voy a juzgar ni a discutir.
Lo que pretendo mis queridos suscriptores debemos ser conscientes de este
problema y apreciemos lo conveniente de solucionarlo. ¿No sería más disfrutable
si mañana sale una película de un presunto estafador y no tenemos encasillado
al interprete para deducir su inocencia o culpabilidad?
Ya enserio, creo que el problema y la conclusión está bastante clara, así que no me queda más que agradecerles por su compañía hasta el final.
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