Crítica a Llaman a la Puerta (2023) ¿¡Qué hiciste Shaymalan!?
Si te gusta el relato religioso o terror sicológico Knock at the Cabin te puede interesar, si eres ateo o agnóstico: ¡Corre compa!
El director M. Night Shyamalan aclamado por películas de suspenso como Sexto Sentido ha tenido altos y bajos en la industria del cine, en esta ocasión nos trae una película dentro de la media, no es de las mejores, pero tampoco las peores. Llaman a la Puerta es una adaptación que narra los hechos en los que una pareja homosexual con su pequeña hija, recibe una visita extraña de 4 sujetos que irrumpe la tranquilidad del lugar. Apartados de la civilización y sin medios de comunicación, Erick y Andrew deberán tomar una decisión, aceptar las pretensiones de los visitantes o hacer caso omiso e ir contra ellos.
Aviso de SPOILER. Porque esta película es predecible desde la media hora hasta el final.
Esta película te puede encantar o
la puedes detestar. Si conectas con la trama bíblica y haces caso a lo que te
dicen sin cuestionarte nada, ni si quiera el feo CGI, vas a disfrutar la cinta
porque esta bien dirigida. Tiene muy buen ritmo el metraje, muestra de ellos
los breves y concisos flashbacks. Baja un poco el animo de lo que ocurre
explicando de que van las cosas, pero sin irte demasiado lejos para
desconectarte en le “misterio”. Ah si, el misterio es en comillas, porque
recién los visitantes revelan su plan o por qué están ahí, todo es lineal y sin
cambio alguno. No esperes giro de tuerca, porque no lo hay. A lo mucho te
sorprende con alguna muerte y ya está.
Pero desde que se anuncia la
movida, sabes quienes van a morir y hasta el orden. Por cierto, antes de
revelar de qué trata la cinta, una mención honorífica a Dave Bautista que se
nota su esfuerzo y compromiso con la cinta.
Bien, si no has visto la película
y quieres ahorrarte una hora y cuarenta, la trama es la siguiente. Cuatro
extraños recibieron unas visiones apocalípticas y según se entiende por ellos,
ve tu a saber de dónde, la única forma de salvar al planeta es que la familia
de 2 gays y una niña, sacrifique a uno de sus miembros y lo haga ellos mismos
para evitar el fin del mundo.
Si escucharon bien, es un cuento
cristiano homofóbico, que nos muestra la bondad del ser superior que no le
molesta sacrificar a la humanidad, con tal de destruir un matrimonio gay. No es
más gente. Literal, apenas el gay más noble se sacrifica, las tragedias dejan
de suceder. No hay explicaciones, no hay motivos, solo hay que creer en la
voluntad de un ser divino que acepta un sacrificio y abandona su carnicería por
tal detalle.
Un relato muy manipulador si me
lo preguntan. Tener que sacrificarse los propios jinetes para así forzar más su
relato y convencer a los escépticos homosexuales.
Si no fuera por la buena
actuación y dirección esta película realmente sería un bodrio bíblico. Un
relato lineal con personajes unidimensionales que arruina la intriga desde que
presenta el propósito; además recalca hasta sus propios agujeros de guion. Como
es posible que sepan que la única forma de salvar a la humanidad es ir a una
cabaña alejada de la nada a pedirle a una familia que sacrifique a uno de sus
miembros y recién llegan se enteran que son gays. Es decir, saben la hora en
que van ocurriendo las tragedias y lo que dice la presentadora de noticias,
también a donde ir, pero Leonard no sabe que Gwen tiene 2 papás.
Considero que he sido claro en manifestar que solo conecte hasta los primeros 30 minutos y me fue decepcionando cada vez más que se acercaba al final. Si, me quede hasta el final solo para ver si había un giro de guion, pero no.
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