Initial D, First Stage, Un Anime Infravalorado de los 90's

Initial D, First Stage, Un Anime Infravalorado de los 90's

Se que la serie de Shūichi Shigeno tiene varias temporadas, pero solo me voy a enfocar en la primera. Para los que no lo sepan, Initial D, es un anime de deportes, específicamente enfocado a las carreras ilegales de coche en la montaña. La historia narra como un chico llamado Takumi Fujiwara, que se dedica a realizar entregas del negocio familiar; poco a poco se mete de lleno en las carreras de descenso mediante la técnica del derrape.

La serie cuenta con varios problemas que desencantan. Para empezar, estéticamente no es fácil de digerir. Hay una mezcla de animación en 2D con los personajes y 3D con los coches, por lo que esos cambios no terminan de convencer y no ha envejecido de la mejor manera la animación.

La paleta de colores y el estilo de dibujo tampoco resulta ser llamativo, aunque esto fue mejorando con los años y temporadas siguientes. Aunque a mi particularmente me gusta más los rasgos físicos de los protagonistas, se sienten más reales, más japoneses. Salvo los ojos típicos de anime la fisionomía de los personajes es más realista.

Otro aspecto que veo se critica mucho es el desarrollo de los personajes, lo cual en parte es cierto. Hay personajes que su desarrollo es escaso y algunos se desenvuelven en temporadas siguientes, como por ejemplo los rivales y las chicas. No obstante, los personajes están muy bien definidos y protagonistas principales si tienen desarrollo, salvo Itsuki, que a pesar de encontrar el desamor y accidentarse, es más un alivio cómico por lo que no lo tomo muy enserio.

Es fácil tener empatía con algunos personajes y con otros no. Por ejemplo, Takumi es más un Gary Stu, solo que en vez de ser cool, es lo opuesto, un pendejo distraído. El protagonista principal, cuenta el problema de la falta de construcción en sus habilidades, tenemos que dar fe que en esos 5 años de secundaria aprendió las técnicas de conducción y es un genio de las carreras por no derramar ni una gota de agua de un vaso mientras conduce. A pesar de ello, llegas a empatizar con él para que venza a sus rivales y más aún si empieza a tener dificultades en la competición.

Iketani en contraparte, es un personaje más real. Un adolescente aficionado a los autos en la flor de su juventud, que se enamora, se equivoca y desea mejorar. Tiene complejo de inferioridad y es una persona muy correcta. Este si es un personaje mucho mejor construido, tiene motivaciones claras y con el cual es fácil conectar, porque, ¿quién no ha tenido problemas en el amor por alguna estupidez?

También hay personajes carismáticos como Yuichi Tachibana, el jefe de los muchachos. Un viejo chismoso aficionado por los autos y muy buena persona. Ya quisiera uno tener un jefe así. En contra parte, hay otros personajes como Ryosuke Takahashi que es un arquetipo típico del rival perfecto: buenos modales, adinerado, inteligente, y correcto. Personaje con el cual es muy difícil empatizar.

Otro aspecto que tampoco gusta de la serie, son sus openings y endings. Si bien las canciones no tienen problema, visualmente no son llamativas, salvo que quisieras conocer al grupo que compone la banda sonora, para este caso M.O.V.E.

Entonces, ¿qué tiene de especial este anime? Pues para empezar es una serie más madura y emocionante. No abusa de los chistes fáciles ni del fan service. Cuenta con una buena banda sonora que hace que las carreras te emocionen a pesar de esos cortes bruscos de animación.

Initial D se atrevió a contar aspectos ilegales sutilmente, empezando por las carreras callejeras. En la serie, se muestra como los protagonistas practican su hobbie, a sabiendas que pueden perder la vida y se siente natural como ellos están organizados y viven para la adrenalina de alta velocidad. Por otra parte, muestran a Natsuki como una dama de compañía de un hombre opulento. Un niño no sabría lo que está pasando ahí, por la forma sutil que se aborda el tema, pero los adultos sabemos a la perfección las intenciones del viejo verde que la acompaña. Para la época, la sola insinuación de lo que ocurre ya es atrevido y hoy en día con la corrección política, difícil que se lleguen abordar temas como estos sino es por una serie o película de narcos.

En temporadas siguientes se le da un desarrollo a Natsuki en ese aspecto, arreglándoselas para ganar un sueldo como cualquier persona normal.

Cualquiera que esté pasando o haya pasado por el cambio de la graduación escolar, se puede sentir identificado fácilmente con lo que ocurre en la serie. Conseguir el amor con un compañero de clase antes que termine o conocer el amor por primera vez ya bachiller. Temas cotidianos como la vida laboral, ahorrar para conseguir tu propio vehículo o descubrir una afición.

Lo mejor de este anime, es que, a pesar de tener una premisa tan sencilla y tantos defectos, es una serie que funciona. Te emociona, te engancha. Aunque no entiendas de los conceptos de los que hablan o la nomenclatura de los coches, te importa el resultado de la carrera, te anima ver como escala la dificultad del protagonista en obtener la victoria, ya sea con una regla peligrosa, una condición climática adversa o hasta el simple desconocimiento de una pista. No te tiene que importar los autos o las carreras para disfrutar de lo que ocurre.

Se agradece que los protagonistas tengan solidaridad entre sí, que conozcan sus limitaciones y los riesgos que corren. Se aprecia como Takumi pasa de una vida laboral monótona, a darse gusto progresivamente por la conducción, llegando al punto de interesarse por el aspecto de su auto y la mecánica de este. Aunque el protagonista en esta temporada desconoce el fracaso, si se siente la tensión a la que someten, justificando como de ser un don nadie que le da igual ganar o perder una carrera, a sentir la presión de ser derrota y a reconocer a sus rivales.

Otro acierto del anime cambia el orden del manga sobre las 6 carreras que ocurren durante los 26 episodios. Siendo mejor ambientada y construida la carrera final de la temporada, donde se pude percibir el crecimiento de Takumi como corredor y la ganancia de experiencia para enfrentarse a un sujeto considerado una leyenda. El lapso de tiempo en el que transcurren las carreras, es igualmente oportuno, es más justificable que realicen 4 a 6 carreras en vacaciones de verano y que los recorridos de las carreras duren lo necesario.

La mezcla de sonido también es excelente. Los autos suenan de forma correspondiente, los derrapes, los choques, todo auditivamente es magistral, son inmersivos, la elección de utilizar el género eurobeat de por sí ya es un acierto. Y aunque visualmente la serie no atrae, a nivel de fotografía, está muy bien trabajado los planos. Desde la mirada del conductor al retrovisor hasta la forma en que se desplaza el vehículo y sus ruedas. Finalmente es de reconocer la dirección y edición de todo el anime, combinar las dos formas de animación según cada momento de la carrera, el seguimiento de la ruta, la correcta musicalización y la adaptación de un manga de forma conclusiva y abierta.

En conclusión, Initial D, es un anime que se aventuró a mezclar animación tradicional con CGI, que cuenta una historia simple con protagonistas corrientes, pero que sus creadores se tomaron en serio el proyecto, convirtiendo el manga en una serie emocionante, que se siente real y que su narrativa es tan inmersiva que te olvidas de las falencias visuales y simplezas del guion.    

Comentarios

Entradas populares