Stillwater (Cuestión de Sangre), 2021 Una anécdota ficticia con Matt Damon

Crítica Stillwater (Cuestión de Sangre), 2021 de Tom McCarthy

La entrega de Tom McCarthy (Spotlight) interpretada por Matt Damon se inspira en el caso de Amanda Knox. La historia se centra en Bill Baker, un estadounidense que viaja a Marsella (Francia) para visitar a su hija, quien se encuentra detenida por el asesinato de su compañera sentimental. Tras visitarla recibe una carta escrita por ella en la cual acusa a un tercero de cometer el delito, por el que ella esta pagando. Sin conocer el lugar y mucho menos el idioma, Bill decide demostrar su inocencia.

La película de 140 minutos se puede separar fácilmente en dos films. La primera hora nos narra un thriller, de un hombre que trata de enmendar los errores del pasado, lucha por sacar a su hija de prisión en busca del verdadero culpable con la ayuda de una improvisada interprete. La segunda parte es un drama familiar a costa del resultado obtenido tras la nueva investigación.

Aunque parecen dos cintas distintas, el hilo argumental es plausible, dejando de lado algunos cabos sueltos. La historia se centra en el desarrollo de sus personajes y sus experiencias. El ritmo es fluido, aunque decae en ciertos momentos. Los que no estén acostumbrados a drama o no conecten con la cinta, se les hará una película lenta o aburrida.

Cuenta con buenas actuaciones. El peso de la película recae en Matt Damon, quien cumple a cabalidad su roll. Aunque su personaje no es muy expresivo, el actor se desempeña muy bien y hay química con el resto de protagonistas, especialmente con Maya (Lilou Siauvaud). En contraste, el personaje de Allison (Abigail Breslin) se siente el más flojo.

La fotografía es buena, cuenta con bellos paisajes y tomas dentro de la ciudad. Hay una metáfora planteada con las tomas dentro del sótano, un lugar oscuro y tenebroso, un lugar que esconde los pecados que finalmente tienen que salir a la luz como verdad. La banda sonora igualmente hace buen acompañamiento a la resiliencia de Bill Baker.

Con un giro de guion y un final amargo, la cinta de Tom McCarthy nos cuenta como un estadounidense promedio interactúa con otra cultura, intenta recuperar a su hija y vive esta nueva realidad lejos de casa.

En eso decae Stillwater o Cuestión de Sangre como le hacen llamar; al abarcar distintos temas, no profundiza en ninguno, lo cual termina este relato como una anécdota ficticia, basado en un caso real. Por ende, tener a consideración esto, no es una película de suspenso o un drama judicial basado en hechos reales, la película no tiene esa intención y el espectador no debe tener esa expectativa.

Aunque no es una película que recomendaría, más allá de cinéfilos, la calidad actoral, la dirección, el guion y los aspectos técnicos de la premisa es bastante buena, lo que corresponde a su participación en el Festival de Cannes.





Puntaje: 7/10
Clasificación: Apta para cinéfilos

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